Tras descubrir la inapropiada relación entre Tate y Violet, Ben deja de tratar al joven y se vuelca con una nueva paciente que guarda un oscuro secreto. Después de una inquietante conversación telefónica con Larry, al psiquiatra le invadirá un fuerte sentimiento de culpa y regresará a Boston para saldar viejas cuentas. Solas en la casa, Vivien comienza a preocuparse por su inusual embarazo y Violet recibe la visita de un antiguo rival. Durante la noche, madre e hija se verán sorprendidas por tres asaltantes que, obsesionados con unos espeluznantes asesinatos ocurridos en la vivienda hace décadas, pretenden recrear los crímenes.